La felicidad en el trabajo

Una fiesta una noche cualquiera, una chica me menciona que a veces piensa en dejarlo todo aquí en Madrid e irse fuera, no sabe muy bien a dónde, pero cambiar de curro y de ciudad, pero le frena que en su trabajo está muy cómoda, que tiene una posición muy bien establecida.

Yo: ¿Cómo te levantas un lunes para ir al trabajo?

Ella pone cara de ¿ein?, este tio es un poco raro…

Yo: Si, que si llega el Domingo y te deprimes y luego el Lunes es bajonazo o te levantas con ganas de ir a currar…

Ella: Bueno, es un trabajo.

¿Cuántas veces habré oido eso de “Es un trabajo”? Claro que lo es, pero eso en sí mismo no lleva implícito que tengas que actuar de una u otra forma con respecto al mismo. O, dicho más sencillamente, que un trabajo sea un trabajo, no implica que haya que enfrentarse al mismo de una forma determinada. Conozco mucha gente que establece voluntariamente una barrera con respecto a todo lo que tiene que ver con el trabajo (se relaciona poco con los compañeros, por ejemplo), lo vive como algo que “tiene que hacer”, va, lo hace y vuelve, intentando que le afecte lo mínimo posible e implicarse vitalmente lo mínimo posible.

Es respetable, pero es una forma limitada de visualizar el trabajo. Por lo general, la gente con la que me he encontrado que percibe el trabajo de este modo, no conciben que el trabajo pueda vivirse de otra manera. Cuando les cuentas experiencias tuyas propias del trabajo te miran como a un enajenado. Cuando les dices que llevas diez años levantándote feliz para ir a trabajar, que tus compañeros son para ti como familia, pues o estás loco o eres un hippie raro.

Otro modo de verlo, en España uno pasa, en el mejor de los casos, 76.000h en el trabajo1. Yo, la verdad, si voy a estar un tercio de mi vida (y eso contando el rato que duermes) haciendo algo, prefiero hacer algo que me guste y con gente con la que me guste hacerlo. Obviamente, es una opinión personal, pero incluso de cara a la propia empresa, conviene fomentar la felicidad en el trabajo, hay estudios2 que sugieren que impacta positivamente en el rendimiento individual y colectivo.

Yo tengo claras las cosas que me hacen feliz en un trabajo: confianza y libertad (prefiero que me cuenten un problema que hay que resolver y me dejen aplicar mis conocimientos y experiencia a resolverlo, a que me lo den todo masticado y me digan, haz A, B y C). Que lo que tengo que hacer me suponga un reto (claro, pueden darte confianza y libertad, pero si lo que hay que hacer es repetitivo y llevas tres años haciéndolo, en mi caso me aburro). Que la empresa sea ágil -no me refiero a que utilice metodologías ágiles-. Una forma de explicarlo, sería buscar que haya mayoría de gente orientada a resolver problemas y no a poner peros. Es complicada de saber a priori, antes de entrar a un sitio, pero se averigua rápido, por ejemplo viendo el tiempo que pasa desde que se descubre un problema hasta que se tiene una solución real para el mismo, la cantidad de vueltas que ha dado el problema y la burocracia que ha habido que rellenar/pasar para resolverlo. Con quién y para quién vas a hacer un trabajo también son importantes para mi. En mi caso, si no conecto con la gente con la que voy a hacer algo, soy menos feliz que si conecto, es sencillo. Y para quién, pues es obvio que si tienes que hacer el mismo trabajo pero hay opción de hacerlo para alguien que está salvando al planeta mundial y parte del extranjero, es mejor que para un fabricante de armas, por ejemplo. Al menos para mí, claro, en esto siempre hay gustos. No he dicho nada del sueldo, pero tengo la manía de comer, también me gusta dormir bajo techo (cosa cada vez más difícil en Madrid), pero cubiertos unos mínimos es una variable para mí mucho menos importante que las anteriores, de ahí que la ponga al final.

Y tú, ¿Eres feliz en tu trabajo? ¿Qué variables tienes en cuenta a la hora de buscar un trabajo?…


  1. De los 25 a los 67 años, 1808h por año. [return]
  2. Happiness at Work [return]

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